DE ALGUNA MANERA EL GRAN ALMA BUSCA INCLUIR AQUELLOS SUCESOS QUE NO FUERON VISTOS
Como en la mayoría de la HUMANIDAD mis más significativas TRANSFORMACIONES, se dieron como consecuencias de sucesos muy traumáticos y dolorosos.
Lo trascendental para mí fue descubrir que mis tempranos coqueteos con la MUERTE, eran resultados de muchos sucesos inconclusos, olvidados y juzgados en mi sistema familiar de origen.
Perdí mi padre a mis 8 meses de vida, mi madre partió a mis 24 años, luego de perder lo único que para mí constituía mi sostén familiar y emocional, me atrapo la adicción por la cocaína durante muchos años, igualita a papa, fui prostituta como mi bisabuela, infiel como mama, comerciante como mi abuelo, quedé embarazada a los 15 años, parí a los 16, y fui abuela a los 39.
Coqueteé con la muerte durante muchos años de mi vida hasta que descubrí mi alma, y la filosofía de las constelaciones familiares que LITERALMENTE me salvaron la vida.
Di cuenta por medio del pensamiento sistémico, como de manera transgeneracional y por medio de un campo morfogenético, el GRAN ESPIRITU, latente en todo lo que pulsa y tiene vida, busca por medio de nuestras existencias o generaciones posteriores, compensar asuntos pendientes del alma comunitaria. (Sistema familiar) hay lealtades invisibles, amores ciegos que conservamos por ancestros que ni siquiera conocimos y que en nosotros crea un guion de vida (destino = huella de nuestros ancestros)
Gracias a toda mi historia de dolor , que hoy es mi fortaleza, puedo acompañar con amor y mucha empatía los procesos de las almas que llegan en búsqueda de ayuda compartiendo mi historia de vida, mis resiliencias y mis investigaciones al servicio de la comunidad, porque comprendí que danzar la vida solo es posible si se da de manera colectiva, aunque por momentos puedo estar a solas conmigo, más aun, en esa soledad recrear, observarme, detenerme para resignificar marcas ancestrales que dejaron huellas en nuestras almas, en nuestros destinos.
Es de suma importancia en estos tiempos, generar espacios de escucha y reconocimiento sin juicios, donde nos permitamos liberaNOS de las cargas emocionales estancadas del pasado, adentrarnos a la mirada sistémica y comprenderlas para así reconciliarnos con nuestras historias y con los sucesos de nuestros ancestros, de nuestra humanidad.
¡SI YO PUDE CON MI HISTORIA DE DOLOR, VOS TAMBIEN!
¡NO EXISTEN TRAUMAS INDIVIDUALES, LOS TRAUMAS SON COLECTIVOS!
Por medio de diversas metodologías suelo recrear espacios en los que podamos compartirnos en comunidad, dejando fuera nuestras identidades, encontrándonos desde las heridas, desde lo trascendental, desde las miradas, los espejos, inclusive desde las nuevas comprensiones que trae un SER aparentemente desconocido para mí, aparentemente diferente, que muestra una historia de dolor profunda y oculta, la misma que el resto de la humanidad.
Abrirnos a vivenciar estos encuentros, nos trae paz, sanación y reconciliación con nuestro propio accionar y nuestra propia historia de dolor.
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